domingo, 24 de agosto de 2008


Nos miramos de arriba abajo, con una distancia de un metro entre los dos, sentia el impulso de abrazarle, de quedarme a vivir en aquellos brazos pero estaba inmovil, solo sabia mirar a aquellas manos sin vida, que tanto habia acariciado y que me estaban respondiendo a casi todas mis preguntas.

Cuando alce la vista me tope con sus ojos. Nuestros ojos sinceros decian sin emitir sonido, lo que nuestros corazones pensaban y nuestras bocas no sabian expresar con palabras. Observando aquellos ojos pude ver que nunca se habia olvidado de mi que se sentia culpable por haberme dejado sola y abandonada, pude ver que a Sergio si le habia corroido la distancia, pude ver de que Sergio habia sufrido durante los dos anhos que habiamos estado separados, pude ver entonces de que Sergio aun sufria en silencio, que tenia miedo de no poder recuperarme, que tenia miedo de que yo hubiese encontrado a otra persona, que tenia miedo, tanto miedo como yo. No se lo que Sergio habia visto en mis ojos, probablemente miedo y sufrimiento, solo se que desnudamos nuestros sentimientos lagrima a lagrima, sientiendonos cada vez mas dentro de una bola de cristal.

Aquello parecia un espectaculo teatral mudo, alguna gente se paraba a observarnos. Quiza les gustaba el teatro o quiza les daba morbo ver llorar a la gente. Calculo que pasarian veinte minutos cuando tube que apartar mis ojos de los suyos, un pequenho ninho, de no mas de siete anhos, de tirabuzones rubios y ojos claros, choco contra mi pierna y callo redondo al suelo emitiendo unos gemidos que cualquier programa de debate televisivo del corazon estaria dispuesto a pagarle un dineral simplemente por su alto tono de voz y por su poca delicadeza. Me seque las lagrimas, recogi al despistado ninho del suelo y se lo entregue a la unica madre que me hizo senhas, la susodicha no se movio de la mesa de la cafeteria en la que estaba ni para recoger a su hijo, que de nuevo salio corriendo en busca de mas piernas con las que chocar.

Cuando volvi Sergio estaba esperandome. Se habia secado las lagrimas. Pero ninguno de los dos tenia miedo ya.

-Vamos a buscar algun bar donde podamos sentarnos tranquilos? -dijo entre sollozos-
-Esta bien

Comenzamos a caminar, sin rumbo, pero nuestra companhia bastaba para guiarnos. Evitabamos mirarnos, pero a cada paso, yo rozaba su mano con mis dedos, el sonreia por lo bajo.

Nos sentamos en el primer bar que encontramos, los dos pedimos un agua. Iba a mirar mi movil y cogi el bolso, me di cuenta que en todo el dia no habia vuelto a fumar y no sabia si a Sergio le gustaria que lo hiciese, asi que deje la cajetilla donde estaba y al ver que el movil estaba lleno de llamadas perdidas y de mensajes decidi hacer lo mismo que con el paquete de tabaco. Cuando nos trajeron el agua y la camarera nos dejo a solas le dije a Sergio.

-Tus ojos y tus manos ya me han ensenhado todas las respuestas que necesitaba para recomponer mi corazon. Pero como has sabido donde vivia? Vas a quedarte a vivir en Santiago?
-El mes pasado llegue de Salamanca fui a hablar con tus padres, casi llaman a la policia cuando me vieron atravesar la puerta, pero les conte todo lo sucedido y les explique que tu merecias saber la verdad, que merecias aclarar tu corazon y tus ideas, aunque ya no me quisieses mas, debias saber lo que habia ocurrido. Les hice prometer que no te dirian nada, que era yo el que debia arreglar toda esta historia-hizo una pequenha pausa para tragar saliba y continuo- Al principio me daba miedo volverme, por eso me matricule en la universidad de Salamanca, ya habrias hecho tu vida, igual hasta ya estabas casada, pero quien no arriesga no gana, y ademas queria que supieses que nunca habia dejado de amarte y que no era tan cabron como tu pensabas que era. Asi que gracias a que mi madre se sentia un poco sola y que mi padre habia encontrado en Salamanca una nueva esposa, consegui volverme para Galicia. Y nada, ahora vivo en una casa a las afueras con mis tios, normalmente nunca estan pero han venido hoy para quedarse toda la semana, no se que papeleo tienen que hacer.
-Ingenieria informatica? -pregunte-
-Si -respondio bebiendose todo el agua de un tiron- Ademas de decirte todo eso queria entregarte esto.

De su anorak, saco como un taco de lo que parecian cartas, atadas por un cordon de color malva.

-Solo te he traido diez, espero que cuando las leas me pidas que te traiga el resto, pero no me cabian todas en el abrigo.

Le sonrei como nunca lo habia hecho los pasados dos anhos y coji aquellas cartas y las guarde en el bolso.

Decidimos irnos ya, yo estaba cansada y no me apetecia coger el coche, asi que le dije a Sergio si me llevaba en el suyo. El coche de Sergio era un Renault Clio, parecia que en Salamanca se habia portado muy bien, el ya sabia donde vivia yo, asi que no me hacia falta guiarle, por tanto, decidi echarme una pequenha siesta en aquel comodo coche, con la mejor de las companhias. Ahora si me sentia liberada, con el poder de la verdad de mi lado, y del otro tenia al amor de mi vida, asi si que no tenia miedo.


Cuando llegamos al portal de mi casa, la situacion parecia un poco incomoda, pero me recordaba a los viejos tiempos, a nuestro primer beso, en mi portal, cuando el me habia acompanhado a casa para que no me volviese sola. Y como siempre, sin pensar le pregunte:

-Quieres entrar?


Continuara...*

PD: Sigo con el portatil italiano que no puedo poner ni enhes ni acentos. Hoy me ha costado escribir.. seran los sentimientos, quiza no este demasiado como siempre. Empalagosa??

Sara*

0 comentarios: