lunes, 15 de febrero de 2010

Siempre pensó que tenía facilidad con las palabras, que podía toser y escupir dos párrafos de una vez, pero era en momentos importantes cuando se daba cuenta de que no, cuando realmente debía, quería y necesitaba hacerlo, se bloqueaba. Quería escribirlo todo y siempre buscaba más, no se conformaba, no le gustaba lo que había escrito y entonces borraba y ante un nuevo folio en blanco volvía intentarlo sin obtener el resultado que deseaba.

Lo único que ella quería, era decirle algo, algo importante, algo que le ayudase a expresar lo que sentía, quería decirle algo que no olvidase jamás, quería que fuese algo único, solo para el.

Quería decirle tantas cosas que no sabía como e
mpezar las ideas se le iban amontonando y cuando estaba dispuesta a empezar a escribir, algo nuevo se le ocurría, así que cerró los ojos, respiró hondo y pensó “¿Qué quiero decirle?” Y entonces se dejó llevar.

“Quería decirle que no existía nadie
tan especial en este mundo como lo era el. Quería decirle que era grande, muy grande, gigante, que nadie le había enseñado a vivir tan intensamente como el, que cada día que pasaba a su lado, nada mas levantarse pintaba una sonrisa en su cara. Quería decirle que nadie se inventaba palabras con tanto significado como lo hacía el, que no había conocido a nadie con esas ganas de vivir, con esas ganas de disfrutar. Quería decirle que cada noche cuando el día había sido una desastroso, solo tenía que cerrar los ojos y pensar en el y entonces hasta el mas triste de los días se convertía en el más feliz en tan solo un instante. Pero lo verdaderamente importante que quería decirle era que le quería mas que a cualquiera que hubiese querido nunca y de una forma vehemente, alocada y apasionada”

...Tal vez es así como quieren las langostas...

Sara :D*

domingo, 17 de enero de 2010

Estaría bien que lo leyerais acompañado de esta canción (http://www.youtube.com/watch?v=1ShbxvDvRW4), que es como lo escribí yo, aunque no tengo inconveniente en que lo leais sin más, tal vez me conforme con que lo leais.Está escrito asi sin más y no me apetece continuarlo. :)

A veces encuentro un sitio entre la felicidad y la tristeza donde me siento cómoda

A veces encuentro un sitio entre la felicidad y la tristeza donde me siento cómoda. Cuando algo me entristece, o me hace daño, mi grado de felicidad tiende a disminuir y a disminuir y a disminuir, al ser tan alto no habitúo a preocuparme, pero en el momento que llego al fondo, mi orgullo me prohíbe tocarlo y vuelvo a ascender, me repongo, me consuelo, subo y aunque se que hay algo que no me deja llegar a donde me gustaría estar, me quedo en el medio, es un lugar seguro, aquí no tengo miedo.Si miro hacia arriba estoy a un paso de la felicidad sin límite, sin normas, sin barreras y si me vuelvo a caer, la caída no es tan grande como desde más arriba y lo mejor de todo es que esta si tiene límite, una vez en el fondo lo único que puedes hacer es mirar hacia arriba y escalar, escalar solo tu, sin nadie más, no dejes de hacerlo, lo único importante eres tu, no dejes que nada te pueda hacer bajar el limite hacia arriba lo pones tu.

PD: Sin más ni menos, que de eso se trata de lo que a mi me da la gana