miércoles, 3 de septiembre de 2008


A veces descubrimos que las cosas no siempre son como pensábamos,que la vida aun está mas llena de odio hacia nosotros de lo que esperábamos y que, un paso en falso, nos hace plantearnos que a veces es mejor una retirada a tiempo antes d volver a caer.

Cuando la mezcla d todos estos sentimientos se acumula, tenemos la fea costumbre de pasarlo mal, de odiarnos a nosotros mismos y al mundo que está a nuestro alrededor, de sufrir e incluso de tener miedo a sobrevivir.

Casualmente solemos hacerlos, renacer de nuestras cenizas. Pero la precaución aumenta a cada caida, progresivamente y nuestros pasos se vuelven cada vez mas lentos y pesados deslizandose en busca de un camino donde no se pueda tropezar.

En contra siempre está el destino cruel y despiadado que siempre deja sus trampas acechando, esperando que alguien se caiga y ya nunca mas se vuelva a levantar.

Sara*

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Precioso. Si uno vuelve a tropezar es porque se levantó tras el anterior traspiés. No desesperes, lo importante son los periodos entre los inevitables tropezones.