jueves, 26 de febrero de 2009



Son diez minutos antes de las siete y media y como cada día me despierto, diez minutos antes que , con la única intención de observarte, de comprobar que sigues a mi lado. Y ahí estas tu, destapado hasta la cintura, con el pelo alborotado, boca abajo y con los ojos cerrados.

Y aguanto mi respiración, para que ningún ruido estropee este momento, eres mi momento el momento que elijo para siempre, el momento que nunca cambiaria por nada ni por nadie, el momento más feliz entre todos los momentos.

Pero no resisto a la tentación y con mis dedos recorro todo tu cuerpo, acariciando todos los extremos, quiero notarte entero que no me quede ningún hueco. En el fondo me gustaría que estuvieses despierto para que me agarrases la mano y me recordases por que te quiero.

Los pocos rayos de sol que logran colarse entre la persiana, se amontonan todos en tu espalda como si ella fuera el paraíso, como si ese fuese el lugar mas seguro del mundo.

Por unos instantes me gustaría ser esa luz, esos rayos de sol que iluminan tu espalda para nunca tener que despertarme a las siete y media y descubrir que todo es un sueño que tu no estas a mi lado, que no puedo rozar tu espalda con mis dedos, ni enredar mis manos con tu pelo.




..Despierta y observa lo mucho que te quiero..



Sara*